Cuando una puerta no abre puede deberse a varios factores, entre ellos es el desgaste, la falta de mantenimiento, los factores ambientales, deterioros en el mecanismo. Las puertas de madera y los marcos suelen expandirse bajo la lluvia o incluso con mucha humedad, haciendo que la puerta no pueda abrirse.

Una bisagra caída o un pestillo que funcione mal también pueden convertirse en motivos cuando una puerta no abre, por lo que es importante encontrar antes el problema para poder encontrar la solución correcta. Una puerta cerrada y que ofrezca resistencia al estar bloqueada con llave te proporciona tranquilidad, pero cuando esta no abre y no puedes entrar en tu casa se convierte en todo un problema.

La mejor forma de solucionar el problema es que llames a tu cerrajero Valencia de confianza, quienes tienen la experticia y las herramientas para poder ayudarte a resolver el problema, pero si andas corto de presupuesto o quieres probar solucionarlo de propia mano, lee a continuación las siguientes recomendaciones.

Identifica el problema

Revisa la puerta con cuidado. Por lo general, es más fácil hacer esto cuando te encuentras en el interior, especialmente cuando hay mal tiempo o cuando hace mucho sol afuera. Puede ser también que te encuentres con madera hinchada o herrajes congelados. El primer paso siempre va a ser tratar de abrir la puerta que no abre.

Trata de que la puerta abra

Si el conjunto del pestillo funciona correctamente, pero la puerta no abre, intenta rociar un poco de lubricante entre la puerta y el marco. Usa una espátula para dejar algo de espacio entre la puerta y el marco, luego usa una combinación de oscilación y algo de fuerza para abrir la puerta.

No intentes patear la puerta para abrirla, de lo contrario, podrías dañar la puerta y bloquear aún más la cerradura, lo que luego dificultaría aún más el poder abrirla. Puedes intentar ayudarte colocando un pie en el marco y luego tirar con fuerza. No permitas que una persona empuje y otra tire, porque si la puerta se abre de repente, la otra persona puede salir lesionada.

Si hace frío, la cerradura puede congelarse, por lo que debes tomar la llave y calentarla colocándola sobre una llama suave, para después introducirla en la cerradura. Esta operación debes realizarla varias veces para que la cerradura despegue y puedas abrir la puerta. Esto en el caso que la puerta no abre por encontrarse congelada.

También puedes intentar rociar la llave de la puerta con lubricante a base de grafito, para luego deslizarla en la cerradura, para lubricar suavemente el interior de la misma. Luego trata de girar la llave y abrir la puerta. No debes usar lubricantes húmedos que puedan encenderse.

Llama al cerrajero

Si nada de lo anterior funciona, no tienes más opción que llamar a un cerrajero. Dependiendo del lugar de España donde te encuentres, puedes contratar los servicios de cerrajeros Valencia, quienes pueden proporcionarte la ayuda que necesitas en el menor tiempo posible y darte las recomendaciones necesarias para que le hagas el mantenimiento respectivo a tus puertas.