El sueño ayuda a mejorar el estado de ánimo, lo prepara para enfrentar un nuevo día con energías renovadas, buen humor y con el cuerpo sano. Pero, a medida que pasa el tiempo y envejecemos, es más difícil alcanzar un sueño reparador, tanto en duración como en calidad.

A raíz de que este detalle afecta a todo el mundo sin importar la ubicación geográfica, el clima o el ritmo de vida, los investigadores han estado investigando la causa desde hace muchos años, sin llegar a conclusiones definitivas que hagan que la insuficiencia del sueño, independientemente de su edad, tenga graves repercusiones en la salud.

A medida que envejecen, las personas tienden a dormir menos y su calidad de sueño es mucho menor, con muchos episodios cuando despertamos a lo largo de toda la noche. Durante unas horas, durante el sueño profundo, la actividad cerebral descansa, por lo que es importante descubrir las causas de este trastorno para proceder a tomar los correctivos necesarios para regresar las cosas a su normalidad. Los creadores de la almohada cervical New Pillow 360, también se han preocupado por brindarle un sueño placentero sin importar su edad.

Nada concluyente aún

A través del tiempo, los investigadores han luchado por descubrir por qué los trastornos del sueño aumentan con la edad. En la década de 1990, los investigadores identificaron un compartimento del cerebro en ratones que actúa como un botón para comenzar a dormir. A principios de este año, el mismo equipo de investigadores descubrió que los humanos también tienen una sección del sueño en el cerebro, que a medida que envejecen pierde sus células.

Después del descubrimiento inicial, los investigadores analizaron un estudio de 1,000 personas de 65 años que aceptaron ser monitoreadas durante el sueño durante toda la vida. El estudio mostró que las personas que pierden una gran cantidad de células cerebrales tienen un sueño fragmentado –se despiertan innumerables veces durante la noche–. La relación entre las células y el sueño es muy estrecha: cuantas menos células tenga una persona en esa sección del cerebro, más fragmentado será el sueño y más afectada la memoria de esa persona.

También perdemos los recuerdos

El sueño insuficiente afecta la memoria, pero durante el sueño profundo, el cerebro está relajado y puede transferir información a la corteza prefrontal, es decir, en el área de los recuerdos a largo plazo. Sin embargo, como la mayoría de las personas de edad avanzada no disfrutan de un sueño profundo durante toda la noche, un estudio reciente muestra que los recuerdos no pueden llegar al área de la memoria a largo plazo, pero permanecen en el área de la memoria a corto plazo, desde donde son reemplazados muy rápidamente por nuevos eventos.

Igualmente, en la vejez, los trastornos del sueño pueden ser un efecto secundario de depresión, ansiedad o problemas respiratorios, o consecuencias de enfermedades relacionadas con la edad. Por lo tanto, se espera que a medida que avancen las investigaciones, se irán descubriendo no solo las causas sino, que es lo más importante, la solución para poder terminar nuestras vidas al menos durmiendo muy bien.